Imagínense que varios pasajeros se quejaron por la pestilencia que salía de los pies de Britney Spears. Se dice que en el avión que volaba desde Los Ángeles hasta Nueva York, repentinamente, la cantante se quitó los zapatos.

Sus pies olían tan mal, que los demás pasajeros se quejaron con las auxiliares. Uno de ellos dijo a World Entertainment News que "la fetidez era increíble". Una mujer habló con una auxiliar de vuelo y luego otras tres o cuatro personas también se quejaron y agregaron que "Britney se sonrojó, rió y dijo que sus zapatos le causaban mal olor en los pies", pero a los pasajeros lejos de agradarles y reírse con ella, se disgustaron muchísimo.

Eso es para que vean que ni todo el dinero del mundo sirve cuando uno es cochino.