Este año termina con mucha alegría para la cultura panameña, en especial para la literatura, que estuvo de lujo.
La inauguración de una editorial panameña, llamada "Nueve signos", fue algo que nos llenó de satisfacción, el lanzamiento de un sinnúmero de libros, la puesta en escena de destacadas obras teatrales y espectaculares presentaciones son algunas cosas que engalanaron este territorio, que cada día consume más el arte.
Le haremos un recuento de todo lo que vivimos a lo largo de este 2006, que está por terminar, pero con la esperanza de que el 2007 sea lleno de éxitos.
Lamentamos la partida de la periodista y escritora Mireya Hernández, quien con su ágil mano y mente emprendedora, ganó varios Premios Ricardo Miró, el más reciente este año en la sección Teatro. Igualmente, hacemos un alto y recordamos los merecidos Premios Miró que obtuvo el escritor Ariel Barría Alvarado, quien se alzó en la categoría Cuento y Novela. Estos premios los dedicó a su pueblo de Las Lajas en Chiriquí. Otro logro de nuestra literatura fue la obra de Ramón Fonseca Mora, "Ojitos de Ángel", destacada internacionalmente, como fue en Colombia, donde se presentó dentro de un conversatorio con jóvenes. Esta obra tuvo buenos niveles de venta. Qué les puedo decir del mundo del teatro. Este año, las artes dramáticas en Panamá se desbordaron. Les puedo mencionar Mujercitas, una de las mejores puestas en escena del año. Entre las actrices de teatro destacadas está Rosana Uribe, que como actriz tuvo un año sin descanso. Ella fue protagonista de muchas obras, dirigidas por Edwin Cedeño, sobresaliente también. No podemos olvidar el auge de las obras de teatro infantiles: Caperucita Roja, Hanzel y Grettel, y El Rey León, entre otras. La Orquesta Sinfónica jugó un papel muy importante este año. Sus impresionantes presentaciones dieron mucho de qué hablar; al igual que La Cámara de Vienna, que dejó un sabor dulce en la boca de los espectadores.
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