Aristides Cárdenas es un joven de 20 años, cuyo sueño era llegar a ser Licenciado en Sicología, pero la falta de orientación se lo impidió. Aristides no sabía que para ingresar en la carrera, debía tener un bachiller en Ciencias, y al llegar a la Universidad descubrió que su bachiller en Comercio, que tanto esfuerzo le costó, no era aceptado para aspirar siquiera a estudiar la carrera que tanto quería.

Ante esta decepción y al ver que las cosas en casa se estaban poniendo duras, Aristides decidió atender el puesto de frutas y verduras de su mamá, para que ésta pudiera buscar otro empleo y así mantener a la familia, pues con él también viven sus dos hermanas menores, de once y quince años.

A diario, Aristides viaja de Veracruz a Calidonia, donde desde las seis de la mañana tiene su puestito arreglado y listo para la venta. Allí, acomoda las frescas papas, cebollas, guineos, tomates y pastillas que serán parte del almuerzo o postre de alguien.

Según Aristides, pasada la Navidad las ventas bajan, pero se espera que todo vuelva a la normalidad justo antes de Año Nuevo.

Cuando le preguntamos qué era lo que más le gustaba hacer en sus ratos libres, con un dejo de cansancio Aristides nos aclaró que los pasaba trabajando en su puestito, así que lo menos que le quedaba era llegar a descansar en las noches.

Aunque trabaja con humildad y devoción, Aristides planea dejar su puestito para dedicarse a cuidar a la ciudad, pues planea entrar a la Policía Nacional. "Siempre me ha gustado, y en enero tengo que hacer unas averiguaciones para ver si entro. He trabajado en varias empresas privadas, pero los contratos son sólo de tres meses y luego nos queda volver a entregar hojas de vida, para que nos vuelvan a contratar por tres meses, para eso mejor busco un trabajo seguro y que me gusta", acotó.

EJEMPLAR
No pudo realizar su sueño, pero no dudó en ponerse a trabajar para ayudar a su familia.