El Alcoyano logró hacer historia ayer al arrancar, en el último minuto, un empate en el Camp Nou de 2 a 2, ante un Barcelona condescendiente que pudo empezar el año goleando, pero prefirió hacer su particular regalo de Reyes anticipado a un equipo de Segunda B.
Un gol de Arnau en el minuto 90 de juego disparó la euforia del equipo alicantino, que no hizo méritos para tanto, pero que regresa a Alcoy con un premio futbolístico de gran magnitud, pese a no haber logrado superar al conjunto azulgrana en la eliminatoria.
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