Nelly Miranda Mendoza, de 24 años, murió de 16 puñaladas propinadas por su esposo Gabriel Pérez Martínez, de 36 años, frente al llanto de su primera hija, quien rogaba a su padre que no le hiciera daño a su mamá y que mejor le pegara a ella. "Papá no mates a mi mamá, mátame a mí", le decía la infante, quien en el afán de impedir el crimen resultó con una cortada en unos de sus codos, y que con su llanto hizo que el resto de la familia se despertara.

La terrible escena fue en la cocina de la casa, ubicada en La Higuera, de Chepo. Gabriel aprovechó que Nelly había quedado sola por unos minutos y la atacó, en eso entró la niña.

Nelly Mendoza, madre de la víctima, dijo que su hija había pasado las fiestas de fin de año con ellos y la había ayudado a cocinar la cena de Año Nuevo que nunca comió.

"Sólo escuché los gritos de ella y cuando entré estaba bañada en sangre. Mi hijo y mi hermano intentaron detener a Gabriel, pero huyó entre la oscuridad", narró la dolida madre.

Pero, al parecer, la conciencia no dejó tranquilo a Gabriel quien tras acultarse en la casa de sus padres, en Tanara, luego se entregó a la Policía.

A pesar de que la señora Nelly padece de cáncer, ella está dispuesta a criar a sus cuatro nietos, de siete, cinco y dos mellizos de tres años de edad, por lo que luchará por su guarda crianza. Lo único que pide es ayuda de las autoridades, puesto que su esposo es guardia de seguridad y gana muy poco para mantener a toda la familia. Ellos no saben cómo pagarán las honras fúnebres.

FEMICIDIOS
Las últimas cifras conocidas revelan que en el 2009, 70 mujeres murieron de forma violenta, 48 de los casos fueron considerados femicidios.