Un año después de haber iniciado operaciones en el vertedero de Playa Chiquita, la Empresa Metropolitana de Aseo (EMAS), Panamá, no ha logrado sacar del área a los pepenadores, aunque sí reducir su número y establecer algunos controles.
Anterior a que la compañía asumiera la responsabilidad del vertedero, allí trabajaban no menos de 90 personas, reciclando materiales para la venta, algunos de los cuales, incluso, habitaban dentro del basurero.
Según los pepenadores, esta es su única fuente de ingreso, por lo que se mantendrán en el lugar, aunque respetando las normas de la empresa.
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