Eredia Mendieta, vocera de los afectados, denunció que esta situación de más de cuatro años se ha ido agravando en los últimos meses, tomando en cuenta que el agua cada vez llega con menos periodicidad.

Señaló que el problema es grave, porque en la calle hay más de 80 familias perjudicadas y gran cantidad de niños que requieren del agua todos los días para bañarse y las tareas del hogar.

Algunos residentes dijeron que tratan de encontrar un paliativo y optan por comprar un tanque de reserva, pero en ocasiones no alcanza ni a llenarse por la baja presión con la que llega el agua.