Hola Moza, te escribo para decirte lo feliz que me siento, pues quisiera compartir mi felicidad con todas las personas que están a mi alrededor, y como tu columna la lee mucha gente, es la apropiada.
Mi felicidad es por mi esposo, quien no me había dicho que estaba haciendo todas las gestiones para que yo pueda volver a ver a mi madre en Guatemala, y vivir allá.
Lo que pasa es que él es un ejecutivo de ventas, y por medio de un amigo suyo que se fue a vivir allá, consiguió trabajo y ahora me lo ha contado.
Te imaginas qué feliz estoy, siempre soñé con eso y jamás se lo dije, porque veo cómo trabaja; pero, sobre todo, porque me ama como a nadie, igual que yo a él.
Ha sido la mejor sorpresa que he recibido esta semana y estoy súper feliz. Me dijo que ya había movilizado mis papeles y los de él, y viajaremos en menos de un mes. Es tan dulce, que estoy segura de que nunca hubiera encontrado a un hombre como él, siempre me complace y se preocupa porque sea feliz. Gracias por leer lo que te escribí y exhorto a todos los hombres a defender su amor como nosotros, para que sean felices. Chao, Mary.
TE FELICITO
Hola Mary, me alegra mucho que me hayas escrito, porque tu historia me ha conmovido mucho, tanto así que estoy sintiendo lo mismo que tú en estos momentos.
Me alegra mucho que hayas encontrado la felicidad al lado de ese hombre y, sobre todo, que juntos pueden luchar por sus ideales complaciéndose.
Me parece que ese hombre te adora y tú a él, por lo tanto te exhorto a luchar y seguir adelante, apoyándolo, porque recuerda que esa es una experiencia nueva y muchas personas se resisten a los cambios.
Él está tratando de hacer todo lo posible por ti, entonces haz tú lo mismo y gracias por utilizar mi columna para decirle a la gente que luche por el ser que aman.
No me quiero despedir sin antes desearte lo mejor a ti y a tu esposo, pues se lo merecen. Si alguna vez deseas volverme a escribir, hazlo que estaré esperando para saber cómo te fue. ¡Suerte!
|