En las calles hacen su negocio. Los puestos de venta de frutas ubicados a orillas de las distintas avenidas de la ciudad capital dan un toque muy veraniego por el amarillo de las naranjas que allí se venden.
Una de las vías en la que es normal encontrar pequeños puestos, en donde las personas pueden comprar naranjas, papayas, sandías, piñas y guineos, es la vía Domingo Díaz o vía Tocumen.
Uno de esos puestos es el de Alan Sánchez, un humilde chiricano, quien desde hace cinco meses se gana la vida junto a sus primos vendiendo frutas cerca a la entrada de El Crisol.
En estos puestos, las personas pueden encontrar los sacos de naranjas a B/2.00, las piñas a 0.75 y las papayas a B/1.00, con la comodidad de que los vendedores los ayudan a guardar las frutas en sus autos.
Pero no todo es color de rosa, ya que para poder ganarse el sustento de su familia Alan soporta el embate del inclemente sol bajo una carpa de color azul. Además de que tiene que estar en el Mercado de Abastos a las 3:00 a.m. para conseguir buenos precios y mercancía de buena calidad.
PERMISOS
Los vendedores manifestaron que les gustaría que las Alcaldías les dieran permisos para poder trabajar tranquilos.
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