Fue un espectáculo de altura el que presentaron ayer los tenistas Guillermo Cañas, de Argentina, y Alberto González, de Panamá.
Las instalaciones del Club de Golf de Panamá se vistieron de gala en este partido de exhibición de mil quilates, donde el argentino demostró sus toques mágicos con la raqueta, los cuales despertaron los aplausos del respetable público.
Niños, jóvenes y adultos... todos los amantes del tenis en Panamá vivían su gran sueño: ver jugar a uno de los mejores tenistas del mundo, que se ubicó entre los primeros del ranking mundial de la Asociación de Tenis Profesional (ATP) durante buena parte del 2005.
Pero no sólo Cañas se robó el espectáculo, la raqueta número uno de Panamá, Alberto González, demostró que tiene mucho futuro en el deporte blanco.
Al final la victoria fue para Cañas por 6-2 y 6-4.
Ahora Cañas deberá viajar a Estados Unidos, donde presentará en la ciudad de Nueva York una apelación a la suspensión de dos años que le impuso un tribunal de la ATP por doping.
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El argentino sostuvo dos encuentros de exhibición: el primero fue el viernes en el Club Unión, en un evento en el que sólo participaron los asociados.
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