Ella es de Ciudad Bolívar, en la capital, pero asegura que todos los años recorre comunidades y recoge donaciones para llegar al pueblo antonero como una esquipulista más.

Para esta mujer, al igual que unos 72 esquipulistas, este santo cristo es milagroso porque les ha salvado en muchas ocasiones, sobre todo, les ayuda a mantener la fe.

LA CEREMONIA
A las 12 mediodía arribaban uno a uno los esquipulistas de diferentes comunidades, algunos cansados de caminar, pero con el ánimo de ver al santo.

Poco a poco llegaban y esperaban para hacer la venia, la señal de la cruz y la bienvenida al templo sagrado.

Una vez llegaron todos los esquipulistas a la iglesia católica, apoyada por panameños que donaron la alimentación, se inició la repartición de los alimentos a los esquipulistas que con un tamborcito, un violín y el santito culminaban parte del recorrido.

El padre Aquiles Sánchez, vicario de Antón dijo que este año se les capacitó y dio a cada esquipulista un carné de identificación para que se dirigieran a las comunidades a llevar el mensaje de fe, amor y devoción del Cristo de Esquipulas, porque no sólo se trata de ir a recoger dinero.