"Yo le dije, bueno vaya con Dios, y le di el flash light para que alumbrara en la noche por si tenían algún imprevisto". Ese fue el último contacto de doña Bernarda, esposa del Ñato, antes de su trágica partida a El Cacao. Según declaraciones de Ñato, Bernarda fue un apoyo importante dentro de su vida y su carrera artística, pero es que ella sabía perfectamente que para Ñato la música era una "raíz" que le nacía en el corazón. "Él vivía su música, siempre le gustó sacar sus cumbias inspirándose en cosas originales", asegura. Bernarda recuerda ocasiones en que Ñato decía para sí "la cumbia no va a morir, porque ahí queda mi hijo", refiriéndose a Carlos Isaac, hijo mayor de Ñato, conocido como "Calín", quien también falleció en el accidente.
Al preguntarle a doña Bernarda que cómo le gustaría que fuera recordado este gran músico, ésta sólo se limitó a decir: "como una persona muy importante, y el pueblo lo ha demostrado así."
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