A partir de hoy, los muchachos de la selección de fútbol Sub-20 de Panamá comienzan el reto de lograr por tercera vez consecutiva una participación en un Mundial de la categoría.
Si bien el técnico Julio Dely Valdés manifestó que le hicieron falta más partidos de fogueo, al equipo se le vio algo de mejoría con respecto a como lo hizo en la Copa del Pacífico. La preparación en lo físico fue buena por la gran disposición de los muchachos.
En el campo de juego, le tocará a los chicos hacer su trabajo. Esperemos que Dios Todopoderoso ilumine al técnico para hacer acertadamente los movimientos de sus fichas. Lo que resta es el gran apoyo que le debe dar a estos muchachos la "Marea Roja".
Nos favorece en parte el hecho de que somos los anfitriones del Premundial; así que no creo que haya excusa para que no podamos dar nuestro granito de arena para que estos chicos puedan sentir el apoyo de un pueblo que confía en ellos.
Un solo color debe cubrir el Rommel Fernández, ese color rojo que muchas veces colmó este coliseo durante la pasada eliminatoria mundialista, donde ricos y pobres, blancos y negros se unieron para gritar el nombre de Panamá; sí, esas seis letras que hacen que todo atleta se esmere en hacer un esfuerzo extra en su actuación.
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