No se nos escapa una. Hace un par de días, los paparazzis de Los Ángeles pillaron a Tom Cruise y a Katie Holmes saliendo de un restaurante.
Lo que más llamó la atención de todos, es el mal aspecto físico del actor de Misión Imposible. Se cuenta que está tan gordo, que no levanta sospecha; mientras que su esposa, la Katie, se ve de las mil maravillas.
Ahora con esto, la prensa ha señalado que si el actor piensa volver a la pantalla grande, deberá iniciar pronto una lucha en contra de la balanza.
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