Primero, lave con detergente y agua limpia lo más caliente posible; después, vierta agua hasta el borde, agregándole una cucharada de vinagre o limón por cada litro de agua y deje hervir durante 10 ó 15 minutos.

Las ollas de aluminio quedan como nuevas si se frotan con una solución compuesta por 30 gr. de bórax, disueltos en ¼ de litro de agua y un chorrito de amoníaco, o bien, puede limpiarlas con bicarbonato de sodio.

Nunca deje ni guarde alimentos en sus utensilios de aluminio, úselos exclusivamente para cocinar o calentar.