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Los dejaron en la calle y sin sus prestaciones pagadas. El dueño vendió y los abandonó. Unos 11 trabajadores del restaurante la "Fonda Antioqueña", muchos de los cuales tenían unos 25 años de trabajar en el lugar, fueron desalojados ayer cuando el nuevo dueño del terreno llegó por lo suyo. Los trabajadores manifestaron que Hugo Montoya, quien era el dueño, vendió el local en agosto del 2003 y que el 1 de mayo del 2004 los abandonó. Ellos, sin saber qué hacer o dónde ir a buscar otro trabajo, fueron al Ministerio de Trabajo, y partir del 16 de julio del 2004 abrieron el restaurante nuevamente. Pidieron préstamos, y entre todos se encargaron del negocio para poder seguir adelante con sus familias. Sin embargo, ayer, cuando llegaron a las 10:00 de la mañana con la intensión de abrir el local se toparon con que sus cosas se las estaban sacando.
Los dejaron en la calle y sin sus prestaciones pagadas. El dueño vendió y los abandonó. Unos 11 trabajadores del restaurante la "Fonda Antioqueña", muchos de los cuales tenían unos 25 años de trabajar en el lugar, fueron desalojados ayer cuando el nuevo dueño del terreno llegó por lo suyo. Los trabajadores manifestaron que Hugo Montoya, quien era el dueño, vendió el local en agosto del 2003 y que el 1 de mayo del 2004 los abandonó. Ellos, sin saber qué hacer o dónde ir a buscar otro trabajo, fueron al Ministerio de Trabajo, y partir del 16 de julio del 2004 abrieron el restaurante nuevamente. Pidieron préstamos, y entre todos se encargaron del negocio para poder seguir adelante con sus familias. Sin embargo, ayer, cuando llegaron a las 10:00 de la mañana con la intensión de abrir el local se toparon con que sus cosas se las estaban sacando.
El nuevo dueño, la empresa Centro Industrial, llegó con camiones para desalojar el restaurante y les prometió a los humildes trabajadores que sus pertenencias estarían en un depósito por dos semanas hasta que pudieran buscar un local dónde colocarlas. Pero la pregunta que todos se hacen es ¿quién les pagará sus prestaciones y su inversión?
El nuevo dueño, la empresa Centro Industrial, llegó con camiones para desalojar el restaurante y les prometió a los humildes trabajadores que sus pertenencias estarían en un depósito por dos semanas hasta que pudieran buscar un local dónde colocarlas. Pero la pregunta que todos se hacen es ¿quién les pagará sus prestaciones y su inversión?
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