Dentro de un ataúd color blanco y con sus quemaduras envueltas en mallas, fue como sepultaron ayer a Benjamín Mojica, de 15 años de edad.
Su madre, sus ocho hermanos, familiares y amigos le dieron el último adiós en el cementerio de El Nazareno, corregimiento de Guadalupe, en La Chorrera.
Benjamín fue el segundo joven en fallecer producto de un fuego ocurrido el pasado 9 de enero en el Centro de Cumplimiento de Menores en Tocumen.
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