Los peligros son muchos, pues tanto ciclistas como autos particulares y chivitas, tienen que compartirse las estrechas avenidas. Sumado a ello, deben estar esquivando los huecos, por lo que los sustos están a la orden del día. Igualmente, niños pequeños, al no tener otros lugares dónde recrearse, se tiran a las calles a jugar con sus triciclos, corriendo el peligro de que un vehículo los atropelle.

Según los quejosos, en algunos lugares, las calles han estado así desde que ellos llegaron a vivir allí, y nadie se ha inmutado en repararlas. Mientras que en otros sectores, las calles han sido picadas para su supuesta reparación, pero los trabajos han quedado a medias, por lo que exigen al MOP que se acerque al lugar para continuar con las reparaciones, ya que los amortiguadores de los vehículos no aguantan tantos huecos. De paso, hacen un llamado al representante para que imponga multas a aquellos que no cumplan con limpiar sus terrenos, pues otra molestia es la gran cantidad de herbazales que llegan hasta orillas de las calles y que obliga a la gente a caminar más hacia el centro de las vías.

GRANDES CHIVAS PASAN POR LAS ESTRECHAS AVENIDAS, DONDE JUEGAN NIÑOS.