Bel Canto, administrada por el profesor Juan Francisco Guerrero y su esposa Cecilia de Guerrero, atiende una población de 41 niños a partir de los 5 años de edad, que estudian en la academia en horas de la tarde, luego de haber cumplido sus labores escolares. "El ideal es ofrecer oportunidad a los niños del área de poder adquirir conocimientos musicales en el canto, la guitarra, el piano y otras modalidades", dijo Guerrero.

"Los expertos en música señalan que esto ayuda a desarrollar las áreas cerebrales encargadas del lenguaje y favorece la eficiencia y automatización de los aprendizajes, en los niños", añadió.

Cecilia de Guerrero asegura que la música también logra modificar conductas, y es un agente educativo poderoso. Los estímulos de la música de los instrumentos de cuerda, como el violín, llegan mejor a la corteza cerebral; mientras que la percusión contribuye al desarrollo de las habilidades motrices de los niños.

Para esta pareja, la preparación personal en el campo de la música requiere de mucha dedicación y disciplina, pero también mucha ayuda de los padres en casa para que cumplan las tareas.