La Copa llegó a su final. La fiesta que se esperaba fuese roja, se destiñó y se convirtió en blanca y azul.
Y es que el equipo de Honduras demostró ayer su clase al derrotar 2 goles a 1 al equipo de Costa Rica en la gran final de la Copa Centroamericana de la UNCAF.
Los hondureños no esperaron que los ticos pensaran mucho y al minuto 8 del primer tiempo pusieron el marcador un gol a cero, con tanto de Walter Martínez, quien aprovechó una serie de rebotes para encajar el balón en el arco tico.
El gol no desanimó al cuadro costarricense, que intentó, a través del habilidoso Marcos Ureña, lograr el empate.
Con jugadas alternas, se llegó al descanso de la gran final.
En el arranque del segundo tiempo, ambos equipos salieron con el marco entre ceja y ceja, teniendo la mejor parte el onceno catracho, que creó muchas jugadas que inquietaron al portero tico.
Las cosas se pusieron turbias para el cuadro de Ricardo La Volpe, cuando al minuto 52 del tiempo corrido, Emil Martínez cobró de manera magistral una falta para poner el marcador 2-0.
Como un equipo aguerrido, los ticos se fueron al frente. Y Marcos Ureña consiguió el premio a su esfuerzo, marcando el descuento para los ticos al minuto 72.
Pero al final no fue suficiente, porque el silbato del central sonó, y Honduras se convirtió en el nuevo campeón de Centroamérica.
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