Según los habitantes de la apartada comunidad, el problema se originó con las lluvias, pero con la llegada de la época seca, continúa el mismo problema.

Mencionaron que hay varias viviendas que podrían estar en riesgo, pero nadie ha evaluado esta situación.

Felipa Rodríguez, moradora en ese sector, dijo que viven en constante zozobra, porque la tierra se está hundiendo y temen por sus vidas.

Las ranuras en la tierra aparecen de un momento a otro y en algunos lugares las hendiduras abarcan hasta más de un metro de profundidad.

Mientras tanto, María Meza explicó que por muchos años ha vivido en este sector y no desean abandonar sus tierras.

Los pobladores de la mencionada comunidad solicitan que personal especializado en estos casos realicen las evaluaciones pertinentes y se les informe si se encuentran en una zona de riesgo o no.