Hola Moza, estoy cansada de mi vida, desde que me mudé a casa de unos tíos en la capital, no he sido feliz. Tengo 25 años y estoy en esa casa porque no he conseguido dónde mudarme, ya que mi sueldo no es muy jugoso. Soy sobrina del dueño de la casa, por lo tanto veo y presiento que mis primas y mi tía me odian. Sé que no es mi casa, y debo ayudar, pero siento que abusan; en la noche me ponen a limpiar la casa luego de que llego de trabajar, además, no puedo llevar a ninguna visita porque dicen que no les gusta que nadie llegue a la casa, por lo tanto mi novio no lo puedo llevar y tengo que verlo en la calle. Esas salidas las tengo que hacer muy temprano, ya que no puedo llegar después de las 9 de la noche. Mi novio dice que me vaya de allí, que él me ayuda, pero resulta que lo conocí hace dos meses y no me puedo confiar. Moza, no puedo más con esta situación, quiero marcharme al interior de donde soy y olvidarme de la ciudad que me ha tratado mal.
LA CENICIENTA.
Busca otro lugar.
Amiga, te estás ahogando en un vaso de agua, estás allí porque quieres. No es justo que seas infeliz cuando puedes ser lo contrario. Si sientes y ves que en esa casa te tratan mal, no aguantes más y busca otro sitio para vivir. Los tiempos de la esclavitud y los cuentos de las madrastras malas pasaron de moda. Libérate y busca tu rumbo, ya es hora de que tengas algo. ¿Qué esperas, vivir bajo ese techo que sólo te ha dado experiencias negativas? Ahora bien, dices que tu novio te quiere ayudar, acepta la oferta, eso ya no se ve en estos tiempos. No eres adivina para saber si en esa relación te va a ir mal, date la oportunidad de ser feliz. No es justo que te regreses al interior, porque en esa casa te han tratado mal, no hagas eso amiga, ya estás aquí y es hora de que forjes un futuro que ya iniciaste, ahora sólo te queda luchar para que te vaya mejor. Olvídate de esos parientes que, a pesar de que te brindan un techo, no tienen por qué tratarte mal. No le guardes rencor, ya que te dieron la mano. Dile que te irás porque quieres tener lo tuyo. Sonríele a la vida, estás muy joven para que pequeñeces como esas arruinen tu felicidad.
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