El talento que se ha dado en cada uno de los torneos desarrollados en el país no se aprende, sino que se lleva en la sangre.
Y es que esta temporada han surgido pequeñas promesas del fútbol, que poco a poco se convierten en la esperanza de una selección nacional.
Norman Reyes es un pequeño que reside en uno de los barrios más populosos de Panamá, Plaza Amador. Sus ganas de surgir en la vida y demostrar su habilidad con el balón lo ha llevado a participar en varios torneos.
A sus trece años, su única diversión es jugar al fútbol que ha sido inspirada por la figura de su padre, ya que éste participó en diversas competencias.
"Mi padre se desenvolvía en la posición de defensa y siempre me decía que el quería que yo fuera como él dentro de la cancha", dijo el chico.
Norman se desempeña en la posición de delantero, una de las más difíciles en el campo; además, ha tenido la oportunidad de jugar en torneos nacionales como la Rotario y el mundialito que finalizó el mes pasado.
"Ha sido una bonita experiencia que he tenido junto a mis compañeros en cada una de las actividades, se la recomiendo", expresó Reyes.
CONSEJO
"Este tipo de torneo sirve para que los jóvenes se alejen de los malos pasos y vean el deporte como una opción de seguir adelante.
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