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El primer día del año pudo ser el último para la familia Ruíz, que viajaba a sólo 60 kilómetros de velocidad de Chitré a Divisa. Iban conversando y estrenando el nuevo Rav-4 2005 que hacía ocho días habían sacado de la agencia. De pronto, en plena curva venían en regata dos autos, uno de ellos era conducido por
El primer día del año pudo ser el último para la familia Ruíz, que viajaba a sólo 60 kilómetros de velocidad de Chitré a Divisa. Iban conversando y estrenando el nuevo Rav-4 2005 que hacía ocho días habían sacado de la agencia. De pronto, en plena curva venían en regata dos autos, uno de ellos era conducido por
Yovani Antonio Vargas, de 38 años, que manejaba un Mazda 626, con el que perdió el control y los colisionó.
Yovani Antonio Vargas, de 38 años, que manejaba un Mazda 626, con el que perdió el control y los colisionó.
"Conducía mi hermana Glenda Karina Ruíz, y a la altura de la curva del Sesteadero, después de Parita, vimos que venían dos carros a alta velocidad, uno de ellos nos golpeó, dimos dos vueltas y quedamos sobre la capota del carro y las cuatro llantas quedaron para arriba", dijo Ariel Ruíz, de 45, jefe de la familia y uno de los protagonistas en esta historia.
"Conducía mi hermana Glenda Karina Ruíz, y a la altura de la curva del Sesteadero, después de Parita, vimos que venían dos carros a alta velocidad, uno de ellos nos golpeó, dimos dos vueltas y quedamos sobre la capota del carro y las cuatro llantas quedaron para arriba", dijo Ariel Ruíz, de 45, jefe de la familia y uno de los protagonistas en esta historia.
"El 1 de enero, a las 4:30 de la tarde, volvimos a nacer mi esposa Mara Griselda de Ruíz, de 42 años, mi hija María Guadalupe Ruíz, de 10 años, mi hermana Glenda y su pequeño hijo de siete meses, Eduardo Simón Mojica. En ese momento mi hermana quedó atrapada en la bolsa de aire, miré a mi esposa que sangraba por la nariz, boca y oídos. Mi hija de 10 años quedó inconsciente, al igual que el bebé de meses". "Lo único que pude hacer cuando vi ese carro venir para encima fue agarrarme y cuidar a la familia, porque no hubo tiempo de esquivarlo", apuntó Ruíz.
"El 1 de enero, a las 4:30 de la tarde, volvimos a nacer mi esposa Mara Griselda de Ruíz, de 42 años, mi hija María Guadalupe Ruíz, de 10 años, mi hermana Glenda y su pequeño hijo de siete meses, Eduardo Simón Mojica. En ese momento mi hermana quedó atrapada en la bolsa de aire, miré a mi esposa que sangraba por la nariz, boca y oídos. Mi hija de 10 años quedó inconsciente, al igual que el bebé de meses". "Lo único que pude hacer cuando vi ese carro venir para encima fue agarrarme y cuidar a la familia, porque no hubo tiempo de esquivarlo", apuntó Ruíz.
"Pero después que pasa todo, da rabia, porque personas como nosotros, inocentes, nos vemos atrapados en ese tipo de circunstancias por culpa de personas inescrupulosas que juegan con la vida de los demás por experimentar las altas velocidades, sin saber a quién van a encontrar en el carretera", dijo con voz quebrada.
"Pero después que pasa todo, da rabia, porque personas como nosotros, inocentes, nos vemos atrapados en ese tipo de circunstancias por culpa de personas inescrupulosas que juegan con la vida de los demás por experimentar las altas velocidades, sin saber a quién van a encontrar en el carretera", dijo con voz quebrada.
Explicó que hay que poner control en la carretera, porque a lo mejor esa gente viene drogada o en tragos. Además, dijo Ruíz, que que muchas veces este tipo de persona pasa en esas condiciones frente a una garita policial y no los detienen.
Explicó que hay que poner control en la carretera, porque a lo mejor esa gente viene drogada o en tragos. Además, dijo Ruíz, que que muchas veces este tipo de persona pasa en esas condiciones frente a una garita policial y no los detienen.
Manifestó que supuestamente en esa área había un policía de Tránsito y dice que no los vio pasar a velocidad, mientras que mucha gente vio a los mismos dos carros hacer las carreritas.
Manifestó que supuestamente en esa área había un policía de Tránsito y dice que no los vio pasar a velocidad, mientras que mucha gente vio a los mismos dos carros hacer las carreritas.
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