Artistas de la calle. Un dúo espectacular, es el que forman Roger Pérez, de 25 años, y Algis de La Ossa, de 22 años, dos indígenas kunas, quienes se ganan la vida haciendo malabares en los semáforos de la ciudad capital.
El primero que aprendió a hacer malabares fue Algis, cuando se dedicaba a la confección de artesanías. A su puesto llegaban muchos extranjeros que le enseñaron algunos trucos.
Lo demás lo aprendió viendo videos en la internet. Para perfeccionar los malabares, practica muchas horas al día, pues sabe que allí es donde radica el secreto para ser un buen malabarista.
Hace tres meses se unió a Pérez, con quien ha hecho muy buena química en las presentaciones que hacen en la calle. Por su parte, Roger tiene pensado estudiar arte culinario o gastronomía.
Como es consciente de que esa carrera solo la dictan en las universidades privadas, está ahorrando todo el dinero que se hace trabajando en los semáforos.
Lo que más le gusta a este dúo de trabajar en la calle, es que le salen muy buenos contratos para animar fiestas, bodas, eventos que le dejan buenas ganancias, que le ayudan a mantener a sus familias.
Aunque hacer malabares no parezca rentable, estos jóvenes en una tarde de trabajo se pueden ganar hasta B/50.00 y más, todo depende de cómo esté el día.
Lo que más problemas les causa, es conseguir los juguetes para hacer su trabajo, porque no los venden en Panamá; sin embargo, esto no fue impedimento, para que desarrollaran su talento. Con mucho ingenio y creatividad confeccionaron sus propios juguetes.
Otra dificultad que enfrentan son los policías, quienes se los llevan detenidos cada vez que están en los semáforos, pero esto nos los detiene de seguir haciendo reír a su público, pues son los conductores que pagan por su talento.
CONTRATOS
Los interesados en contar con el talento de estos jóvenes, pueden llamar al 6091-0445.
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