Cada ángel tiene un sueño. Son 150 niños los que alberga la comunidad de Casa Esperanza, en Calidonia, cada uno de ellos con grandes sueños y metas por cumplir, a pesar de la situación difícil que enfrentan en la sociedad.
Ellos cantan, bailan y disfrutan de la compañía de más niños que comparten sus mismos problemas sociales como trabajo infantil, maltrato y pobreza, además de generar nuevas oportunidades para su futuro.
TRABAJO Y EXPLOTACION INFANTIL
Según las estadísticas que maneja la Contraloría General de la República, unos 90 mil niños son explotados en todo el país, en su mayoría de sectores indígenas y áreas rurales. Según la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf), el trabajo infantil suele ser todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Mientras el trabajo no involucre alguno de los aspectos anteriores, se considera positivo. Entre los trabajos más frecuentes que realizan los niños en las calles están las ventas de legumbres, billetes de lotería, y las niñas la venta de ganchitos y accesorios femeninos.
¿QUE ES CASA ESPERANZA?
Ariel López, coordinador de Casa Esperanza, explicó que el procedimiento para captar niños en esta situación es sencillo: se dispersa un personal por lugares críticos (Calidonia, Curundú y El Chorrillo, por ejemplo), los voluntarios van equipados con una maleta repleta de juegos, ropa y chancletas, llegan donde están lo pequeños y les ofrecen jugar, mientras les preguntan alguna información. Muchos de ellos andan descalzos y sucios, por lo que se les entrega ropa. Al finalizar este proceso de diálogo, el niño les dice el lugar donde vive o si su madre está cerca se les orienta sobre la institución para luego realizar el trabajo social con ellos.
¿QUE APRENDEN?
En el centro hay muchas actividades, como los cursos de computadoras, aunque hay quienes llegan al centro y no tienen idea de lo que es un aparato de estos. Se les dictan charlas de orientación sexual y drogas a los que están en edad preadolescente, mientras que a los más pequeños se les dan cursos de manualidades y buen comportamiento, pero la atención es también dirigida a lo padres de familia, a quienes se les da una ayuda psicológica para que aprendan a tratar a sus hijos.
¿COMO LLEGAR A ELLOS?
Actualmente, existen centros de atención en Calidonia, Samaria, Curundú, David y pronto en Veraguas, además de las extensiones escolares que se dan en áreas como Panamá Oeste.
Si los niños no son captados en las calles, estos pueden acercarse a los centros solos o junto a sus padres, allí se les hará la evaluación para ayudarlos con su problema.
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