Al no conseguir el permiso que tanto deseaba, tomo su teléfono celular, hizo una llamada y dijo: "mataron a Jeffrey", y rompió en llanto.

Los vecinos del lugar dijeron que como a las siete de la mañana escucharon disparos y, cuando salieron a ver, encontraron el cuerpo inerte de un hombre frente a una de las casas.

Contaron que antes de escuchar los tiros, oyeron una discusión que mantenían varios sujetos.

El hombre que vestía jeans azules, zapatillas negras, suéter color del chocolate y una correa blanca, tenía un mes de haber llegado a Panamá, procedente de Estados Unidos, y residía en calle 13 Las Acacias.

Además, el difunto tenía un gran tatuaje que le cubría parte de la espalda con el nombre de Panamá y otro en el brazo izquierdo que decía Yvonne.

La compañera sentimental de "Jeffrey" llegó a al lugar y mientras conversaba con sus familiares les dijo que la última vez que lo vio con vida fue como a las 11:00 p.m., del viernes.

Luego que los funcionarios del Ministerio Público autorizaron el levantamiento del cuerpo, se conoció que había sido ultimado de un disparo en la espalda y dos en la cabeza. Los asesinos están prófugos.

SIN BOLSAS
Los funcionarios que levantan los cadáveres están pasando trabajo, porque las bolsas para los cuerpos se acabaron.