Cecilia Fonseca, una de las moradoras, dijo que inicialmente se trataba de un puesto de legumbres y otro de refrescos. Aunque no estaban de acuerdo en la ubicación, ellos los aceptaron porque se trataba de venta de productos que beneficiaban a todos. No obstante, ahora hay más de dos puestos y según los moradores han escuchado que hasta un lavaautos se quiere ubicar.

A criterio de Keyla Aizpurúa, otra moradora, esta es una manera de perder la exclusividad y el diseño urbanístico por el que invirtieron. En tanto, Euclides Cerrud, representante suplente del corregimiento de Rufina Alfaro, dijo que se trata de áreas "netamente de negocios" y manifestó que fue en esto en lo que se pensó.

Mientras que el ingeniero municipal, Roberto Rodríguez, de la Alcaldía de San Miguelito, reveló que cada puesto debe tener una resolución de la Alcaldía y que muchos "por mala costumbre" toman sólo la aprobación de la Junta Comunal dejando un paso por fuera. Detalló que según la Ley 106 de Urbanismo no se debe alquilar ni vender servidumbres, pero que el Acuerdo 47 del Municipio del 27 de agosto de 1997 que hace una excepción "para ayudar a la economía a las personas que desean trabajar". Dijo no estar seguro de que todos los puestos cuenten con la resolución y que incluso hace poco se mandó a suspender la construcción de una estructura por no contar con la resolución.

NO SE CONSULTO
Los moradores se quejan de que no se les consultó para la instalación de los puestos.