Para muchos, las pecas y lunares son sinónimos de juventud y lozanía, pero también es cierto que si no presta la debida atención pueden convertirse en peligro. Cualquier lunar en la piel merece cuidado, especialmente manchas, verrugas o puntos que cambien de color, textura, tamaño, espesor o contornos. Para esto, DIAaDIA le pone al alcance de su mano los detalles y todo lo que quiere saber acerca de los lunares. Los lunares son pequeñas protuberancias o áreas donde cambia el color de la piel, y pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo.
LUNARES DE ALERTA:
Los congénitos: Aquellos con los que la persona nace. Los que están ubicados en la planta de los pies, en las palmas de las manos, en las mucosas o en los genitales.
Los que cambian repentinamente de aspecto; cuando se ponen más negros, crecen o les aparece un halo blanco o rojo a su alrededor. Los que duelen, pican o sangran. Aquellos que aparecen después de los 30 años.
¿QUE CAMBIOS DEBE OBSERVAR EN LOS LUNARES?
Si cambian de tamaño, sobre todo si se desparrama el lunar y se hace más ancho. Si el borde del lunar se hace irregular. Un cambio de forma en la que una mitad del lunar no se parece a la otra. Si cambia de color o distintos tonos del mismo color.
Si cambia la apariencia de la superficie (por ejemplo, se empiezan a formar costras o el lunar comienza a sangrar o a perder líquido).
SABIA QUE:
Los lunares no se mueven. Lo que a veces sucede, aunque es poco frecuente, es que alrededor del lunar aparezca una mancha blanca de despigmentación. Esta corresponde a un proceso del organismo, mediante el cual el lunar comienza a perder su color hasta desaparecer y en su lugar queda una mancha blanca.
Un adulto tiene en promedio entre 15 y 20 lunares. El cáncer de piel es el más común de todos los tipos de cáncer, curable en el 90% de los casos, siempre que sea detectado inmediatamente.
La mayoría de los lunares son marrones, pero también pueden ser del color de la piel, azules o negros.
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