Orlando se gana la vida horneando exquisitos panes y dulces. Su negocio se llama "Panadería Jessica" y se localiza a escasos 20 kilómetros de la frontera entre Panamá y Costa Rica, y fue incluido en los programas de la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME).

Orlando empezó junto a su abuela el negocio de la panadería el año 2000, logrando mucha experiencia. En aquella ocasión con solo B/125.00 emprendió esta actividad y construyó un pequeño horno de cemento calentado con leña.

Durante varios años, pasó mucho trabajo, ya que la labor del horno con leña era lento, además, que en ese tiempo no contaba con luz eléctrica y durante las horas nocturnas y la madrugada al empezar a hornear, tenía que alumbrarse con velas.

En esa época distribuía empanadas y pan a solo diez tiendas cercanas en el área. Pero su sueño era incrementar el mercado con un buen equipo de trabajo. En el 2004 con el fuerte sismo que azotó el distrito de Barú, su horno de cemento quedó destruido.

Aquella experiencia no lo amilanó y en el 2010 se acercó a la AMPYME y luego de participar de las capacitaciones empresariales fue favorecido con un "kit" de un horno industrial, que remplazó el viejo de cemento.

Hoy día el señor Sánchez, de 35 años, con la ayuda de su esposa María Morales y de sus ocho hijos Delis Pittí, Paola Sánchez, Jessica Sánchez, José Sánchez, Dayana Sánchez y Kevin Sánchez, echa para adelante este negocio.

ES EFECTIVO
Con el nuevo horno, el mercado aumentó y ya hay unos 120 negocios a los cuales suple de pan y dulces.