Y es que al fin ha llegado una oportunidad a sus vidas. Los han rescatado del vicio de las drogas y el alcohol pero, sobre todo, los han alejado de las calles donde a diario eran señalados como matones, ladrones, en fin.

Lo que les estoy tratando de decir es que estos jóvenes, gracias a la iniciativa de Pierre Blandon, dirigente del Movimiento Guías Ciclistas de Colón 2000 y de la Fundación de Rescate a la Juventud Nacional, y Augusto Terracina, gerente general de Aventura y del puerto Colón 2000, se han integrado a la sociedad de una manera positiva. Ellos son los encargados de orientar a los turistas que a diario llegan al puerto Colón 2000 y los guían en su recorrido por la provincia, por avenidas como Arcoiris, calle 8, avenida Bolívar, Central, calle 4 y otras, para evitar que les roben y les hagan daño.

Fíjense que estos jóvenes, como Alfonso Newman, recorren las calles de Colón exponiendo sus vidas por las de muchos turistas, con el fin de protegerlos. Lo curioso es que la mayoría de los que hoy gozan de este privilegio de resocialización eran considerados los ladrones más peligrosos del barrio en Colón, y ahora demuestran que cuando hay voluntad, todo se puede.

Vale la pena mencionar que estos chicos reciben orientación, cursos de autoestima, relaciones humanas y, lo mejor, de inglés, para ofrecer un buen servicio a los turistas. Por el momento, el pago es de 15 balboas por día y se espera que dentro de poco cuenten con un seguro especial, por el riesgo que corren en las calles.

Es importante destacar que desde el año 2000 hasta la fecha, el puerto ha recibido 300 cruceros y, según Terrasina, han bajado a Colón 500 mil pasajeros y 250 mil tripulantes.