Las precarias condiciones de salud del Papa Juan Pablo II avivaron las hipótesis de su eventual renuncia, la cual no fue excluida por el cardenal Ángelo Sodano, quien recordó que se trata de un asunto que atañe a "la conciencia" del Pontífice.
Las declaraciones de Sodano, número dos del Vaticano, desataron una verdadera tempestad en los medios de comunicación de numerosos países.
Para el Secretario de Estado, encargado actualmente de la gestión del Vaticano, quien asistía a la inauguración de una librería de la Santa Sede, el Papa es "un hombre sabio" y "sabe lo que hace".
"Se puede gobernar a la iglesia de diferentes maneras", añadió el purpurado, lo que fue considerado como una alusión a la posibilidad de que el Pontífice siga gobernando la iglesia aun si está obligado a permanecer en un lecho de enfermo y sin poder hablar.
Sodano deseó que el Papa siga gobernando por varios años, más que los 32 años que gobernó Pío IX y que viva tanto como León XIII, que murió a los 93 años.
Juan Pablo II siempre ha dado a entender que no pretende renunciar y que su gobierno de la iglesia "será tan largo como Dios lo quiera".
"No sabría a quién presentar mi dimisión", respondió hace algunos años con tono divertido a un grupo de periodistas preocupados entonces por sus problemas de salud.
El código canónico prevé la renuncia, entendida más como una "abdicación", la cual debe ser hecha públicamente.
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