Porfirio Castillo, un talentoso interiorano oriundo de un pueblo llamada Honduras de Natá, provincia de Coclé, con una excelente voz para interpretar la décima y una habilidad mental para improvisar, es considerado un profesional entre los grandes trovadores del país.
A sus 10 años de destacarse como cantor de la décima panameña, con su tono de voz y la saloma ha cautivado al público.
Castillo expresó que los torrentes reglamentarios en una tarde de cantadera es mesano, gallina zapatero y gallina en tiempo de lamento. Reconoció que la clave del éxito para mejorar en el canto es estudiar versos y poesías, este consejo se les da a los nuevos trovadores que sueñan con subirse a una tarima a cantar décima.
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