Ellos lo atraparon con un pedazo de soga, un machete y trozos de palo. Luego lo mataron, lo partieron en dos y para poder trasladarlo al pueblo, tuvieron que hacerlo en tres caballos. Allí contaron la hazaña.

Al parecer, este lagarto era el azote de los pescadores de El Puerto Gago, ya que se había comido a más de tres perros. Además, atemorizaba a niños y jóvenes, pues no podían ir al río.

En el interior del estómago del animal había otro lagarto de dos metros, un bagre y hasta las redes de pescar.

Ariel Flores señaló que fue a pescar con sus compañeros cuando presintieron que los observaba. De repente apareció el lagarto.

"La verdad fue una lucha muy dura, casi nos mata ese animal, pero como no estaba muy hondo, logramos neutralizarlo, cada uno en una tarea diferente; lo amarramos y lo aturdimos con los palos".

Para los pescadores más experimentados en este pueblo, los lagartos de este tamaño deben eliminarse o sacarlos del río Grande, porque en cualquier momento atacarán nuevamente y será a un niño, dijo Manuel Márquez.

Piden a las autoridades quetomen correctivos para evitar un daño a la población. La ANAM protege a los lagartos, pero los pescadores no los quieren en su lugar de trabajo.

SU FIN
Con palos lo golpearon y lo amarraron con una soga, y como el poderoso animal se resistía se vieron obligados a matarlo con un machete.