¡Cuidado! El científico panameño Abel De La Rosa Ocaña advirtió que el mercurio que contienen las bombillas fluorescentes pueden traer complicaciones al ser humano si no se desechan de la mejor forma. "El problema radica en que la acumulación de bombillas en un vertedero trae consecuencias a largo plazo", manifestó De La Rosa, pues el mercurio se bioacumula y se bioamplia cuando permanece en estos sitios.
EFECTO
Los gases neorotóxicos de este elemento químico contaminan el agua y después los alimentos que finalmente van a dar a la mesa de las personas que los consumen.
De La Rosa aseguró que cinco miligramos de mercurio pueden contaminar seis mil galones de agua, según estudios de pesquisa extrapolado de la Universidad de Stanford, Estados Unidos.
CONCIENCIA
"Es recomendable que ahora que la mayoría de los focos son fluorescentes, el Gobierno instale lugares en donde las personas puedan botar los focos, como locales que sean exclusivos para reciclar", expresó.
Si bien es cierto las bombillas fluorescentes son mejores, porque utilizan dos tercios menos de energía que el resto, son duraderas y eficientes, también hay que tomar en cuenta que resultan tóxicas por lo mínima cantidad de mercurio que poseen. Se informó que después de que el mercurio esté dentro de la bombilla no hay problema, pero si se quiebra y las personas lo tiran al cesto, es ahí en donde los miembros de una casa lo inhalan y vienen los daños.
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