Conozco un grupo de esta empresa editorial que tiene a una de sus compañeras enferma. Es el equipo que hace las coberturas de los famosos del patio y los foráneos.

Cada jueves y viernes recibo en mi correo el menú del día. Sí, se trata de las "donas" y las pizzas con soda que venden ellos para recaudar fondos a fin de ayudarla.

Me emociona verlos, como hormiguitas, cargando con cajas, una sobre la otra, y los litros de soda entre los brazos para empezar la venta.

Uno por uno, los trabajadores de Epasa hacen sus pedidos y ellos los llevan hasta cada puesto de trabajo. Esa tarea les toma alrededor de una hora, pero al finalizar, los miro a los ojos y palpo en ellos la alegría de dar, de la solidaridad humana, del compañerismo y del trabajo en equipo.

Si eso no es amor ni es amistad, entonces necesito que alguien me explique cuál es su definición.

Pero ellos no son los únicos. He visto cómo algunos compañeros de trabajo donan su sangre para salvar a otros. Nadie los obliga. Muchas veces ni siquiera el receptor sabe quién se la donó. Basta con que se envíe un correo masivo y... ¡zas!, la sangre llega al que la necesita.

Son dos ejemplos en los que el valor de dar retratan muy bien la amistad, que no valdría nada si no es el amor el que impulsa la acción. ¡Feliz día del amor y la amistad!