Vieran que Sylvia la derramó. Cuando cantó los últimos temas, se puso un vestido kuna. ¡Jooo! Ella no cantó con pista, como hacen otros artistas, sino con una orquesta en vivo como los grandes, y vieran que Sylvia tiró sus pasos y tiene un meneo que... ¡ay, madre santa! Temas como "Beso infinito", "La gata y el pez", "Portada caribeña" fueron muy aplaudidos por el público. Y no puedo dejar por fuera a los bailarines que la botaron, pues no pararon de bailar. A ellos hay que darles un aplauso.