Así lo afirmó el connotado tapicero Ramón Moreno, quien desde 1965 emigró de su natal Río Abajo hacia el distrito de Chitré. Hoy día, es propietario de la Tapicería Monchy, ubicada en la calle Melitón Martínez, en el corazón de ese distrito azuerense.

En este pueblo, formó una familia, se casó y tiene dos hijos. Reveló que es graduado del Colegio Artes y Oficios, y cuando llegó a Chitré unió esfuerzos con su cuñado, el ex fiscal Carlos Augusto Herrera, para levantar un negocio a medias, pero actualmente él es el administrador absoluto.

Y mientras escuchaba un programa radial, cortaba una tela y entró en confianza con DIAaDIA. Contó que cuando se inició en este negocio, eran pocos sus colegas independientes, pero con el cierre de la fábrica de muebles La Chitreana, todos se volcaron a las calles a trabajar.

Muy pensativo se quitó la cinta métrica y se sentó en su máquina de coser. No paró de trabajar mientras hablaba y explicó que, en este campo profesional, es raro encontrar a quienes tapicen carros y muebles a la vez, pero él domina ambos. Sin embargo, admitió que lo más difícil es hacer capota de autos convertibles.

Las horas que entrega a su local se justifican, porque ha ganado muchos clientes. En la tapicería Monchy, usted puede ordenar trabajos que oscilan según el mueble y el trabajo que requiera la persona.

Aclaró que si se quiere tapizar un juego de cojines de carro, los costos pueden ser entre 100 y 180 dólares; mientras que el que quiere tapizar todo el carro, eso puede estar costando de 350 a 400 dólares.

SE JUBILARA
La esposa del señor Ramón es maestra jubilada, pero él también se jubilará dentro de poco, pues pagó seguro voluntario.