Emocionados y agradecidos se mostraron los cabos I del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), Aristides Guevara y Alexander Pérez, al recibir por parte del Gobierno Nacional, una casa para cada uno en La Chorrera
El 24 de junio del 2010, los cabos patrullaban cerca de la frontera con Colombia, porque recibieron información de que sujetos extraños habían ingresado al territorio nacional.
En eso y con sumo cuidado, caminaban estratégicamente entre la selva panameña cuando solo sintieron la detonación que llegó de la nada y los mandó a volar a varios metros del sitio.
Allí se percataron de que sus piernas tenían serias heridas, por lo que fueron trasladados a un centro médico.
En sus ojos se reflejó el dolor y el terror que sintieron aquel día que, como dicen ellos, pudo ser el fin.
Aristides dijo que vivía en Los Llanos de Chepo cuando decidió ingresar al Servicio Nacional de Fronteras porque vio en ello una oportunidad de salir adelante, pero nunca imaginó que algo así le sucedería.
En tanto, Alexander dijo que junto a su hija y esposa vivían en San Miguelito y que ahora se inicia una nueva vida en La Chorrera con la casa que le obsequiaron debido a su valentía en la frontera.
Las nuevas viviendas, que están acondicionadas, se ubican en Valle Dorado y Villa Del Bosque en La Chorrera.
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