Puede que Juan Esteban Palma no haya cruzado ninguna línea de meta o se haya alzado con una medalla de oro, pero sólo con el hecho de que pueda mover sus piernas, ya es un triunfador. Esta es una historia que vale la pena contar, no sólo por el empuje de un niño, sino por el amor de familia y la solidaridad de personas ajenas.
Desde su nacimiento hubo complicaciones. Juan Esteban nació con labio leporino y paladar hendido. Para corregir estas malformaciones, a los ocho meses el pequeño fue operado, pero durante la cirugía le dio un paro cardíaco y luego vinieron otras complicaciones.
Su madre Yolanda Santos explica que su hijo, el mayor, tenía una traqueotomia, gastrostomía y otras complejidades.
DESPUES DE LA TORMENTA
Juan Esteban fue mejorando con el tiempo. Tratando de recibir un tratamiento más especializado, pertenecía al grupo de niños de la Escuela de Parálisis Cerebral de Santa Librada. Habían pasado varios años y Juan Esteban sólo se podía movilizar arrastrándose, dice su padre Patricio Palma.
En el 2006, el Club Activo 20-30 Noreste empezaba con el programa "Pasitos seguros" y la institución escogida fue la escuelita de Juan Esteban. Sus padres vieron con buenos ojos el proyecto, aceptaron y no se arrepienten. Al niño le realizaron un alargamiento del tendón de Aquiles en ambas piernas, explicó su madre.
EL MEJOR REGALO
Patricio Palma tuvo el regalo más maravilloso del día de padre, aquel 17 de junio de 2007, cuando Juan Esteban dio sus primeros pasos. Ya tenía seis años y estaba sobre sus propios pies. Su padre estaba feliz y aún lo continúa estando, y aunque Juan Esteban es un niño muy inquieto, es la alegría de su casa junto a su hermana.
La verdad es que Juan Esteban se ha convertido en resultado más notorio de este proyecto.
AFORTUNADOS
Este 2008 es el tercer año en que organiza el proyecto y son 20 niños beneficiados, todos de Coclé. |