Comiendo arroz, plátano verde y papas salcochadas encontramos a la señora Bienvenida Frías, de 82 años.
Hace aproximadamente 20 años, ella se valía por sí sola, pero la osteoporosis le fue quitando sus fuerzas, hasta que hoy no se puede valer por sí misma.
Una de sus hijas, Cándida Rosa Bravo, pide ayuda para su madre y su hermana, Dora Elena, quien tiene problemas psiquiátricos.
Todos los días, Cándida sale a buscar comida de casa en casa en la comunidad de Los Chacones, en Los Santos, donde reside, pero también pide ayuda en Sabanagrande y en Agua Buena.
No solicita dinero, lo que sí pide es comida, ya que la luz y el agua es pagada por dos personas de su comunidad, pero el alimento sí tiene que salir a buscarlo todos los días.
Antes, Cándida trabajaba planchando y lavando, pero ahora todo es más difícil. Ella sale temprano a pedir comida y regresa pronto a cocinar.