Consiga un cronómetro o cualquier otro aparato, con alarma. Prográmelo a 3 minutos.

Busque un lugar tranquilo. Siéntese cómodamente en una silla, con la espalda recta y cierre los ojos.

Realice tres respiraciones profundas. Inicie el contador de su cronómetro.

Regrese su respiración a un ritmo normal. -Ahora, lleve toda su atención a su respiración, observando cómo se llenan sus pulmones y cómo sale el aire.

Deje pasar todos los pensamientos sin detenerse en ninguna idea.

Comience a contar hasta que suene la alarma que programó. Haga esto varios veces y mejorará su concentración.