La eucaristía estuvo presidida por Monseñor José Dimas Cedeño, quien manifestó que en todo el mundo se han dado miles de interrogantes de parte de los fieles.

Una de ellas, ¿por qué el Papa no renuncia? En este caso, Cedeño consideró que la pregunta es un irrespeto a su dignidad de "Pastor Universal" , ya que apuntó "él no está allí porque quiere, sino porque ha sido llamado por el Señor para continuar la misión conferida a San Pedro Apóstol, cuando se le dijo: "Tú eres piedra y sobre esta piedra edificaré mi iglesia".

ORACION A NIVEL MUNDIAL
El estado de salud del Papa preocupa a los católicos de todo el mundo, que responden con un movimiento de solidaridad en forma de oraciones; mientras líderes internacionales hacen llegar a la Santa Sede mensajes de apoyo para su pronta recuperación.

La hospitalización de Juan Pablo II este jueves y la operación de traqueotomía a la que fue sometido en el Policlínico Gemelli de Roma, han originado una preocupación general sobre el Pontífice, de 84 años, en especial porque supone una recaída.

Por eso, en los cinco continentes se ha despertado una corriente de solidaridad que procede especialmente del mundo católico, pero también de otras creencias religiosas.

Mientras el Obispo de Roma se recupera en la décima planta del hospital, unos pisos más abajo numerosos pacientes y personal sanitario se agolpaban ayer en la mañana para dar inicio a una misa, que tenía como único fin brindar respaldo anímico al ilustre enfermo.

NUNCA DESISTIRA EVOLUCION MEDICA
El papa Juan Pablo II evoluciona favorablemente, ya que respira por sí solo, come regularmente y se comunica por escrito, pero tendrá que estar varios días sin poder hablar para recuperar la voz.

Así lo aseguró el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, quien señaló que tras la operación a la que fue sometido a última hora del jueves, el Papa pasó la noche de manera tranquila y reposada, que el post-operatorio evoluciona de manera regular y que las condiciones cardiovasculares se mantienen buenas.

Navarro precisó que Juan Pablo II hizo caso a los médicos y luego de recuperarse del efecto de la anestesia, pidió un papel y escribió "yo sigo siendo Totus Tuus", que es el lema de su pontificado y significa "todo tuyo".