El señor de 67 años había salido de su casa, en Cabuya de Tocumen, a eso de las 5: 45 a.m., rumbo a su trabajo en Pacora, donde era capataz de una construcción, pero nunca llegó a su destino.

Él fue asesinado de ocho impactos de bala y abandonado en un lote baldío del lugar. Al parecer, su muerte se dio en venganza del homicidio de Luis Carrión, ocurrido el jueves en el sector Sur de Tocumen. De esto se inculpa a Byron y Aaron.

Al lugar del asesinato también llegó Carolina Concepción, esposa de Higinio, quien entre sollozos decía que ellos tenían 34 años de estar juntos. Aseguró que sus hijos trabajan y no tienen nada que ver con la muerte de Luis ni de su hermano, ocurrida en diciembre, y de la que también se responsabilizan a los Cerrud.

Contó que a eso de las 6: 40 a.m. recibió una llamada de un joven de la 24 de Diciembre (reservó el nombre), que le dijo que se fuera de la casa porque iban a matar a su hijo Byron. Horas después le avisaron que era a su esposo al que habían acribillado.

Trabajadores de la empresa para la que laboraba Higinio aseguraron que él era buena gente y que no se metía con nadie, pero lamentablemente pagó el precio de los errores que, supuestamente, cometieron sus hijos. Y es que ellos fueron detenidos por su presunta vinculación en al menos dos homicidios.