Nunca pude ver a Mel Gibson, pero moví cielo y tierra para conseguir todos los detalles habidos y por haber para contarles qué hizo en Panamá.
Lo primero es que se quedó tres días en el hotel Playa Bonita y vino con tres personas en un jet privado que aterrizó en el mismo hotel, entre ellos uno de sus hijos. ¿Cuál? Ni idea.
Mel estuvo vestido todo el tiempo de forma casual y tenía todo fríamente calculado, ya que hasta un chofer lo esperaba. Según mi fuente, él salía poco de la habitación y saludaba a todo el mundo. Además, los trabajadores del hotel que lo vieron querían tomarse fotos con el famoso artista, pero no podían, porque estaba prohibido.
Tampoco la gente que lo veía dentro del hotel podía retratarse con él, sólo saludarlo y darle la mano. Y si se están preguntando si fue a averiguar los terrenos en Azuero... ¡sorry!... pero sobre eso no pude traerles nada. Sólo sé que fue en su jet el miércoles. ¡Listo y frito!
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