Berlín contrajo la fiebre de Knut, un oso polar que nació en el Parque Zoológico, fue repudiado por su madre, criado con biberón y se ha convertido en la mascota de la capital pese a que nadie, salvo sus cuidadores, lo han visto.
Heiner Kl s. dijo que: "los berlineses sienten adoración por los animales.
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