Les hablaré claro, se trata de los locutores, presentadoras de televisión y periodistas de medios impresos. ¿Cómo así?

No sé si estoy errado y de ser así, cuando me vean en la calle, me lo hacen saber.

Pero soy de los que piensa, que el comunicador no puede estar gritando a los cuatro vientos a qué candidato político va y muchos menos estar "parqueando" con esa corriente, porque además de perder audiencia (los que son de otros partidos) pierden credibilidad.

No saben lo feo que suena cuando escuchas radio y un locutor discute a diestra y siniestra con cualquiera que se meta con su candidato político, perdiendo la orientación para soltar su varita mágica, dejando de ser el mediador.

Si lees periódico te das cuenta, a qué candidato va el periodista, por el montón de notas que publica todas las semanas. Lean su crédito todos los días y sabrán quiénes son. ¡Muy horroroso!

En televisión, ves cómo cortan, editan, omiten cualquiera dardo venenoso que le lanzan al candidato que apoyó el comunicado de TV y sólo hacen comentarios a favor del suyo y en contra de los demás.

¿QUE PASA CON ESTO?
El pueblo que busca las noticias, deja de creer en el medio y en el comunicador por su parcialidad.

Obvio que yo tengo a mi candidato político, pero por creer en sus propuestas, no quiere decir que todo lo que publique será a su favor.

Pues no, porque el día que haga eso, pierdo la varita mágica y quedaré siendo otro que le vendió su alma al diablo.