No menospreciar a los demás. Cada cual es único, por ser una creación de Dios. No importa si los demás son feos, negros, blancos o amarillos, lo que importa está dentro de cada uno.
Por eso, es mejor buscar en las personas lo que no está a la vista de todos, sino en su interior.
PODRIAMOS SORPRENDERNOS DE LO QUE ENCONTRAMOS.
"La lengua del amor está en los ojos". Jhon P. Fletcher
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