Moza, hace unos días me tomé un poco de tragos, como siempre, a pesar de que mi mujer ya me había dicho que no lo hiciera y me dejaría si volvía a llegar borracho. Pero ese día me sucedió algo tan feo que he jurado que nunca más volveré ni a oler el alcohol, si Dios me ayuda.

Moza, era tanta mi borrachera que desperté en la casa de una mujer que todos en mi trabajo dicen que tiene SIDA. No sé cómo llegue allí ni que sucedió, pero eso me tiene muy mal y sobre todo preocupadísimo. No me atrevo a contarle a mi esposa, pero esa mujer me dijo que entre los dos no pasó nada, sino que ella también estaba en la fiesta y que cuando mis amigos se fueron me dejaron tirado todo sucio en el suelo, y como me conoce, quiso ayudarme. Ella y yo nunca hemos hablado, pues soy nuevo en ese lugar, sólo tengo dos meses trabajando allí y me extraña que lo haya hecho, aunque me parece que no es una mala persona. Bueno Moza, ahora estoy en el dilema de qué pasó y eso me llevó a volverle a preguntar, inclusive, le pregunté lo del VIH y me dijo que era cierto, pero que no me preocupara, pues ella es una mujer consciente de su enfermedad y jamás le haría daño a alguien como se lo hicieron a ella, pero eso me ayudó. Ya le dije a mi pareja que no volveré a beber, ya ha pasado un mes y he mantenido mi palabra, pero no me atrevo a decirle a mi esposa qué pasó.

BRINDALE TU AMISTAD
Hola Melgar, la historia que me cuentas me deja sorprendida, pero creo que has aprendido una lección y eso es bueno. Me parece que si no deseas contarle a tu esposa por qué dejaste de beber está bien, pero algún día deberás decirle, es una muy buena prueba de la vida, llena de reflexión. Lo que sí deseo pedirte es que no dejes sola a esa chica y le brindes tu amistad, pues no todas las personas ayudan a otras, a pesar de que los demás tienen prejuicios contra ellos. Si ella te ayudó y no tuvo relaciones sexuales, consciente de que te pudo causar daño, merece que le brindes tu amistad; además, ni tú ni los otros saben cómo se contagió. Piénsalo, talvez alguien no tuvo la misma consideración que tuvo ella contigo. ¡Suerte!