El concierto de esta banda de rock quedará grabado en la memoria de grandes y chicos, y es que fue una noche en la que todo el público gozó hasta más no poder de las más de dos horas que duró el show.

Los roqueros hicieron vibrar el Figaly con temas como: "Sad But True", "One", "Master Of Puppets", "Blackened", "Nothing Else Matters" y "Enter Sandman".

Cuando ellos prometieron regresar, los miles de "metaleros" que se encontraban allí se pusieron eufóricos.

Los cuatro jinetes del heavy metal no dieron prácticamente descanso a los fanáticos, que con cada canción saltaban, gritaban y movían sus cabezas al son de la guitarra de Kirk y la pontente voz de James, acompañada de la agresividad de la batería de Lars y la adrenalina del potente sonido del bajista Robert Trujillo.

El Figaly Convention Center se convirtió en un verdadero templo del rock and roll.